
Partiendo de polos opuestos,Otegui caracterizado como judío ortodoxo celoso de su religiosidad e infeliz gracias a su empeño en preservarla de todo y de todos,familia incluida,y Ponce en el papel de yuppie exitoso pero infeliz a su vez debido a su condición de homosexual reprimido,los personajes van acercándose durante la obra a pesar de las evidentes diferencias de costumbres y opiniones que poseen.
La obra,dirigida por Juan Echanove,se revela como una crítica al integrismo aplicado a la religión (Judía,en este caso),a la estigmatización de los gays en la sociedad actual (Aunque cada vez son más aceptados),a la vida que llevan las personas mayores que se quedan solas en sus casas,todo esto ambientado en la ciudad de Nueva York,tan llena de matices y contrastes.
Tecnicamente los actores están impecables (Para mi gusto Otegui lo borda) y la iluminación del escenario consigue que los juegos de luces y sombras sean constantes durante toda la obra.A destacar los amaneceres en el estudio del Sr Green,que casi parecen reales.
Resumiendo,teatro de calado para pasar un buen rato.Recomendada.
2 comentarios:
Creo que va más allá de la religión judía o de la condición homosexual, es más universal, y se centra en la intransigencia y lo que ello comporta de renuncia.
Sin duda, una gran obra. Visitando al Sr. Green, por Doc Moriarty
Alta comedia americana , si señor.
¿Que son más importantes los principios o las personas?.Y el reverso de la historia hasta donde somos capaces de perdonar ,cuan integristas somos con nuestros propios principios.
Acaso no vemos diariamente situaciones parecidas , en los diarios, en la tv, en las banderas, en la propia familia o incluso en nosotros mismos.
¿Hubiera sido interesante y posible una traslación de la obra de Manhattan a Barcelona por ejemplo?
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