26 enero 2007

* Cena en Barcelona:Kynoto.

Ayer,para celebrar mi cumple (Y alguna que otra cosa más...),quedé con Eva para salir a cenar un ratito,siendo el lugar elegido un japonés llamado Kynoto del que habia leido en la red que se comía muy bien.La verdad es que el sitio ya tiene su miga,porque se encuentra justo en una de las calles adyacentes al Ayuntamiento de Barcelona (O era la Generalitat?).

Dejamos el coche en un pàrking de las Ramblas (Que no veas como estaban las Ramblas,llenas de guiris deambulando a pesar del frio...), subimos por la calle Ferran (Que no veas como estaba la calle Ferran llena de guiris deambulando a pesar del frio...) hasta llegar a la plaza Sant Jaume y buscar el sitio en cuestión.

Entramos para encontrarnos varias cosas:Que llevábamos el frio dentro del cuerpo y habia que quitarselo rápido (Con un buen vinito,p ej.),que el ambiente era acogedor,y que el sitio iba del rollo modernoconmúsicachilaut que tanto se lleva últimamente...Faltaba ver lo importante de verdad.La teca.

Y no decepcionó,la verdad.Estaba todo de rechupete.Arrancamos con unas empanadillas gyoza suaves y en su punto ligeramente picantito y una excelente semiensalada de fideos de arroz,gambas rebozadas y espinacas.Seguimos con un unkan maki de atún bluefin,también muy bueno y unos rollos uramaki bautizados como Hello Kynoto,que estaban de muerte.Llevaban de todo y sabian a gloria.Como aún nos quedaba un culín de vinito (Larosa,rosado) pedimos otro rollo uramaki,esta vez tocó el Alaska Roll.

Al final la cosa se llamó sesenta euros/dos personas,lo cual,visto lo bueno que estaba todo,nos pareció adecuado.Para repetir.

24 enero 2007

* Personas Humanas,de Ángel Garó.Capítulo 1.

Hace ya un tiempo,(Unos años,diría yo...) llegando a casa de mis padres un tanto tajarino después de una medio farra a las dos de la madrugada o así,me dió por poner la tele y me encontré con un humorista que empezaba y que luego se hizo bastante popular a raiz de salir en el "Un,dos,Tres,responda otra vez":Ángel Garó.

No sé si era por las cervezas que llevaba en el cuerpo o qué,pero la cuestión es que lloré a lágrima suelta de la gracia que me hizo el tipo.Más tarde,Angel Garó se perdió en la vulgaridad engullido por las patéticas actuaciones que tuvo en el pseudoprograma de Chicho Ibañez Serrador,pero aquel "Personas Humanas" era bueno de verdad.Recordémoslo.

* Un nombre para mi estrella...

Hace unos dias mi cuñada nos contaba durante una comida que unos amigos suyos habian ido a nosedonde con sus hijos,llamados Rigel,Alnath y no recuerdo como se llamaba el tercero.La pregunta salió sola...¿Rigel?¿Alnath?¿De donde son esos nombres?...La respuesta fue:"Son nombres de estrellas".

Me dió que pensar,porque,además de lo sonoro y bonito de los nombres...¿Qué mejor que llamarse como una de las cosas más bonitas que puede ver un ojo humano?¿Qué mejor que acercarte a las estrellas a través de tu propio nombre?
Nunca me ha gustado copiar ideas de nadie,aunque hay excepciones,que pasan por que la idea en cuestión sea excepcionalmente buena.Y esta me parece buena de verdad.

Me puse a mirar listados de estrellas y encontré un montón de nombres,tanto para niña como para niño...Ahi van unos ejemplos de niño:Alioth,Altair,Elnath,Nihal,Alnair,Izar,Nath....Y para niña:Alya,Azha,Risha,Zaniah....Bonitos,verdad?

Mmm...¿Como puedes sentirte teniendo un nombre así y sabiendo lo que significa y lo lejos de ti que está su origen?...

Algún día se lo preguntaré....

19 enero 2007

* Viviendo en mi casita de papel...

¿Qué hace falta para que en este país los políticos a los cuales sufragamos sus espléndidas nóminas empiecen a trabajar y metan mano a los problemas que realmente nos preocupan?
Infinidad de problemas tenemos,si,como el paro,el terrorismo,la inseguridad ciudadana o el colapso en la justicia,y así tantos otros pero a mi uno de los que más me sacan de quicio es el de la especulación inmobiliaria y todo lo que se asocia con ella.Más que la especulación en si,lo que más me asquea es el derecho inexistente a una vivienda digna que se ha adueñado de nuestro pais,un pais en el que los jóvenes tienen imposible el acceder a un piso que tenga un mínimo de condiciones a un precio asequible.

La espiral de locura en la que está instalado el tema inmobiliario llega a limites insospechados,y encima tienen la santisima cara de decir que los precios están ralentizándose...La madre que los parió!!Pero si hace años que son inalcanzables !!!...Si los alquileres están por las nubes !!!....Si las hipotecas te esclavizan (Si te la dan,claro...) hasta la muerte !!!
Demasiados sies....No sé que habría que hacer para cambiar la dinámica.Si hay que fomentar el alquiler o las ayudas para hipotecarse,si hay que modificar el sistema de renta para ayudar al más desfavorecido...No sé.No soy experto en eso ni me pagan para solucionar los problemas de los demás,pero lo que si que se es que como no cambie el patio,un dia de estos saltará la chispa...

Recordais lo que pasó en Francia en 2005?....Pues eso.

*Estudio sociológico:El dia perfecto para ella.

08.15: Despertar entre besos y abrazos.
08.30: 2 Kg. menos que ayer en la báscula. Desayunar en la cama: Zumo de naranja natural con croissants. Desenvolver regalos: Joyería de lujo de parte del actual compañero.
09.15: Relajante baño de agua caliente con sales de mar de Lancaster y aceites de Rochas.
10.00: Gimnasia suave en el club con entrenador personal, guapo y amable.
10.30: Tonificación facial, manicura, sesión de UVA para un bronceado ideal, acondicionador y peluquería.
13.30: Comida con un buen amigo (artista gay) en la terraza del café de moda en la ciudad.
13.45: Ver pasar a la novia de su "ex",la cual ha engordado 8 Kg.
15.00: Siesta.
16.00: Repartidor guapo y amable llama a tu puerta: Media docena de rosas con la tarjeta de un admirador secreto.
17.00: De compras con dos amigas (VISA Platino del compañero con crédito ilimitado).
18.15: De vuelta al club: Masaje con masajista guapo, musculoso y gentil, que comenta que pocas veces trabaja sobre cuerpos tan perfectos.
19.30: Desfile de modelos y cóctel en COCO's Boutique. Elección y compra de conjunto de Armani superexclusivo para la cena de esta noche.
21.30: Cena para dos con velas y a la luz de la luna, seguido de un romántico baile. Piropos y cumplidos de otros bailarines y comensales.
23.30: Ducha caliente (ella sola).
23:50: A la cama en brazos. Cama nueva, sabanas de raso y música de Haendel.
00.00: Leve y suave jugueteo con abrazos. Conversación romántica con el compañero.
00.30: Dormir entre sus brazos.

*Estudio sociológico:El dia perfecto para él.

06.00: Despertador.
06.15: Mamada.
06.35: Masiva y gustosa cagada mientras lee la prensa deportiva.
06.50: Ducha y afeitado.
07.00: Desayuno: Pan con tomate y jabugo 5 jotas, tostadas con mermelada y café, todo preparado por una camarera de 25 años totalmente desnuda llevando un delantal.
08.30: La limousina en la puerta.
08.35: Un par de güisquis de malta camino del aeropuerto.
09.00: Vuelo en jet privado. Black-jack a bordo repartido por una rubia totalmente desnuda llevando una pajarita.
10.30: Conexión por Internet con un agente de bolsa: Las acciones de la empresa han subido un 375 por ciento.
11.00: Llegada. Limousina hacia Riverside Oaks Golf Club. Mamada en ruta.
13:30: Juego en hoyo nueve: 2 bajo par.
14.10: Aperitivo: Foie, salmón salvaje, caviar y Viña Tondonia del 64.
15.00: Mamada y siesta en la terraza privada del Club.
16.30: Juego en hoyo 10: 4 bajo par.
16.50: Limousina de vuelta al aeropuerto. Absolute Vodka en vaso helado.
17.00: Vuelo a Barbados.
18.00: Tarde de pesca en yate, con tripulación femenina totalmente desnuda con gorra de marinero.
19.30: Vuelta a casa: Sauna, masaje y polvo con exótica y voluptuosa noruega.
20.20: Gin-Tonic, cagada y ducha.
20.25: Breve ojeada a la prensa: Conde Lequio y Enrique Iglesias han sido asesinados y el Madrid ha bajado a segunda..
22: 00: Cena: Marisco, Don Perignon del 53, filete de buey poco hecho y postre Haagen Dazs servido y comido directamente sobre los pechos de la camarera.
22.00: Armagnac y Cohibas lancero delante de la TV superplasma - panoramica,mirando la final de la Champions League: FC Barcelona 0-RCD Espanyol 1.
Gol en el minuto 16 de descuento de la prorroga, de penalti injusto hecho por Ronalpiños. En esa jugada, Ronalpiños se lesiona ambas rodillas de extrema gravedad. Probablemente tenga que dejar el fútbol y quede impotente. La jugada del penalti viene precedida por 7 faltas claras en el medio campo a favor del Bar$a que el arbitro no pita y el jugador al que le hacen el penalti esta en claro fuera de juego, por lo menos 5 metros. El penalti lo lanzo yo, de tacón, el balón bota siete veces antes de llegar a la portería, da en el larguero, luego en un poste, vuelve a dar en el larguero, rebota en la nuca del portero, dejándolo inconsciente y se queda muerto en la línea de gol, sin entrar. En su afán por salvar el gol,Deco y Puyol se lanzan a por él, con tan mala suerte que se lesionan mutuamente. Deco esta tan grave que un mosso d´esquadra lo sacrifica en el mismo campo con su pistola reglamentaria. Puyol pierde totalmente el habla para siempre y queda paralítico. Consiguen sacar el balón, pero con tan mala suerte que da, primero, en los huevos de Eto´o, que muere al instante y luego le rompe la cara a Motta que queda desfigurado y tienen que reconstruírsela de modo que su cara parece el culo de un mono aullador del Amazonas. El balón sigue botando y entra a gol. En ese mismo momento, el New Kampf, repleto de 200.000 aficionados del Bar$a, se viene abajo, pereciendo todos debido a la ingestión de mierda que sale de los lavabos. Todos los jugadores del Espanyol se salvan. La tribuna de periodistas, en especial donde esta TV3, el Sporc y el Mundo Vomitivo queda totalmente destruida y los periodistas son devorados por una manada de perros que llevan tatuado en el lomo el escudo del Espanyol.
Los aficionados del Bar$a que no han ido al campo, tienen que aguantar durante 1000 años las burlas de los pericos. Así mismo, tienen que aguantar durante toda la vida al Bar$a en segunda división, luchando por no descender a segunda B.)
23.00: Sexo con tres amigas de tendencias lésbicas.
00.50: Solo en la cama.
00.55: Pedo de 16 segundos, que cambia de melodía tres veces y obliga al perro a salir de la habitación.

18 enero 2007

*Ándale,manitooooooooooooooo....


2002 Mexico Cave, Base Jumps - video powered by Metacafe

Realmente hay gente para todo.¿Cómo calificarías a estos tipos?¿Como deportistas o como pirados?.

El Sótano de las Golondrinas,un hueco natural excavado por el tiempo (O por algún alienígena a manos de una nave-taladro descomunal) que podemos encontrar si nos damos una vueltecita por México.Mmmm...Tiene pinta de sitio donde tiraban a la peña los incas en sus sacrificios rituales,no?

Las imagenes son impactantes y la caída es considerable,de unos 376 metros.Parece que asuste un poco al lanzarse al vacío,pero a juzgar por las caras de los jumpers,es como una caída libre,sólo que con paredes alrededor !!!

No me tiraría ni que estuviera el suelo lleno de billetes de 500!!!!!

* Cracks Insuperables del Siglo XXI:Domingo Merino


Otro fenómeno que merece el título honorífico de Gran Maestre de los Cracks de este Blog.El amigo Domingo Merino entra por derecho propio en el Olimpo de Pícaros de este pais gracias a su hazaña sin par.


Difícilmente superable,aviso.....

17 enero 2007

* Visitando al Sr Green

Fantástica obra de teatro la que tuvimos ocasión de ver ayer en el Romea en compañía de buenos amigos.Visitando al Sr Green se revela como una magnífica representación de los dos únicos actores,Pere Ponce y Juan José Otegui que,durante dos horas aproximadamente se reparten el escenario hilvanando una historia que navega entre la tragedia y la hilaridad de unos personajes muy bien estructurados.

Partiendo de polos opuestos,Otegui caracterizado como judío ortodoxo celoso de su religiosidad e infeliz gracias a su empeño en preservarla de todo y de todos,familia incluida,y Ponce en el papel de yuppie exitoso pero infeliz a su vez debido a su condición de homosexual reprimido,los personajes van acercándose durante la obra a pesar de las evidentes diferencias de costumbres y opiniones que poseen.

La obra,dirigida por Juan Echanove,se revela como una crítica al integrismo aplicado a la religión (Judía,en este caso),a la estigmatización de los gays en la sociedad actual (Aunque cada vez son más aceptados),a la vida que llevan las personas mayores que se quedan solas en sus casas,todo esto ambientado en la ciudad de Nueva York,tan llena de matices y contrastes.

Tecnicamente los actores están impecables (Para mi gusto Otegui lo borda) y la iluminación del escenario consigue que los juegos de luces y sombras sean constantes durante toda la obra.A destacar los amaneceres en el estudio del Sr Green,que casi parecen reales.

Resumiendo,teatro de calado para pasar un buen rato.Recomendada.

16 enero 2007

* Assassin´s Creed



Otra perla en forma de juego para consola doméstica que muestra unos gráficos sencillamente espectaculares.

Ambientado en las ciudades involucradas en las cruzadas de Tierra Santa allá por el año 1191 DC,Jerusalén,Acre,etc,en este ambiente se mueve un asesino que deberá cumplir con sus cometidos con el máximo sigilo...

La ambientación es de lo mejor que se puede encontrar en estos dias y la posibilidad de explorar todos y cada uno de los recovecos de las ciudades e interactuar con las gentes que las pueblan hace de este juego todo un caramelo.

* Fútbol en estado puro.

15 enero 2007

* 29ª Cursa del Barri de Sant Antoni.

Nunca me han gustado las carreras en circuito a más de una vuelta,y si has de pasar dos veces por el Paralelo,peor aún.Fué el caso de la 29ª Cursa del Barri de Sant Antoni,celebrada ayer sobre un circuito urbano que me pareció de lo más exigente.

Bien es cierto que los últimos días no es que hayan sido perfectos para preparar una cursa,y mi mente estaba en cien mil sitios diferentes a la vez, antes que preparada para afrontar el reto que siempre sigfican los diez kilómetros.El tiempo de 55´39" demuestra que la carrera costó de acabar y que el circuito se atragantó un tanto.A veces no sólo es como tengas las piernas y como te respondan los pulmones,sino que lo que importa es que las órdenes que manda el cerebro sean rápidas y claras.No fue el caso.

La cursa empezó con un petardazo de campeonato y se renqueó hasta el kilómetro cinco,justo a media carrera.El fin del Paralelo marcó la recuperación física y la segunda vuelta estuvo algo mejor,aunque sin ser nada del otro mundo.

Pero se acabó,como siempre,y eso te deja satisfecho al fin.

12 enero 2007

* Jueves,once de Enero de 2007

Ayer te fuiste,pero tu recuerdo seguirá ,al menos, mientras yo viva.

Descansa,yaya,te lo mereces.

Un beso.

Xavi.

10 enero 2007

* Lo que faltaba,neng.


El mundo no para de inventar cosas,y los gadgets que corren por ahí son cada vez más tremendos.Ipods,pesepés,plaisteishons,gueimbois,gepeeses y demás....Y ahora llega el Ifón.


Cuanto tardarás en tenerlo?

09 enero 2007

* Sólo un cuatro por ciento?

Australia,México,Cuba,Japón...Parece mucho,a que sí?...Y una leche,sólo un cuatro por ciento del planeta !!!!

Sólo un cuatro por ciento....Me parece tan poco y yo que pensaba que había visto mucho mundo...En fin.

Bueno,habrá que seguir viajando de vez en cuando para aumentar el ratio,aunque tal y como está montada la película cada vez es más dificil ahorrar unos dinerillos para seguir explorando la canica azul.Entre hipotecas y demás lindezas la cartera tiembla cada vez que se llega a final de mes.

La verdad es que no me lo explico como hay algunos que pueden llegar a viajar por tantos paises.Bueno,si que lo puedo llegar a entender:Si se ha nacido con una mentalidad nómada y no se tienen ataduras a nada ni a nadie,pero para eso has de nacer así y no siempre es agradable andar de aeropuerto en aeropuerto.A veces viajar no siempre es sinónimo de placer,que hay sitios por ahí que tela marinera....Mmmm...Y no se por que ,pero me da que el viajero inquieto no acaba de estar contento nunca ni alcanza el final en sus viajes,porque su único límite son las estrellas...
En cualquier caso,de vez en cuando desplegar las alas y darse un garbeo anima el alma y alegra el espíritu......
Ya lo decía aquel,no?.......Hasta el infinito y más allá !!!

Para calcular lo que llevais de planeta visitado,os dejo esta web.

03 enero 2007

* El Centinela de Arthur C Clarke.

La próxima vez que vean ustedes la luna llena brillar alta en el sur, examinen atentamente el borde derecho y dejen resbalar la mirada a lo largo de la curva del disco. Allá donde serian las dos si nuestro satélite fuera un reloj, observaran un minúsculo óvalo oscuro: cualquiera que posea una vista normal puede descubrirlo. En una gran llanura rodeada de montañas, una de las más hermosas de la Luna, conocida con el nombre de Mare Crisium: el Mar de las Crisis. Casi quinientos kilómetros de diámetro, rodeada por un anillo de magníficas montañas, no había sido explorada nunca hasta que nosotros penetramos en ella a finales del verano de 1996.

Nuestra expedición había sido cuidadosamente planeada. Dos grandes cargueros habían transportado nuestras provisiones y nuestro equipo desde la base lunar del Mare Serenitatis, a ochocientos kilómetros. Disponíamos además de tres pequeños cohetes destinados al transporte a cortas distancias en regiones en las que era imposible servirse de los vehículos de superficie. Afortunadamente, la mayor parte del Mare Crisium es llana. No existen allí esas enormes grietas tan frecuentes y tan peligrosas en otras partes, y los cráteres o elevaciones de una cierta altura son bastante raros. A primera vista, nuestros potentes tractores oruga no tendrían la menor dificultad en conducirnos hasta donde quisiéramos ir.

Yo era el geólogo, o selenólogo, si quieren ser ustedes pedantes, jefe del grupo destinado a la exploración de la zona sur del Mare. Habíamos recorrido un centenar y medio de kilómetros en una semana, bordeando los contrafuertes de las montañas que dominaban la playa de lo qué, muchos millones de años atrás, había sido un antiguo mar. Cuando la vida se había iniciado en la Tierra, aquel mar estaba ya moribundo. El agua retiraba de los flancos de aquellas maravillosas escolleras para fluir hacia el vacío corazón de la Luna. Sobre el suelo que estábamos recorriendo, el océano que no conocía mareas había alcanzado en su tiempo una profundidad de ochocientos metros, y ahora la única huella de humedad que podía hallarse era la escarcha que descubrimos a veces en las profundidades de las cavernas, donde jamás penetra la luz del sol.

Habíamos comenzado nuestro viaje al despuntar el alba lunar, y nos quedaba aún casi una semana de tiempo terrestre antes de que la noche cayera de nuevo. Descendíamos de nuestros vehículos cinco o seis veces al día, vestidos con nuestros trajes espaciales, y nos dedicábamos a la búsqueda de minerales interesantes, o plantábamos señales indicadoras para guiar a futuros viajeros. Era una rutina monótona y carente de excitación. Podíamos vivir confortablemente al menos durante un mes en el interior de nuestros tractores presurizados, y si nos ocurría algún percance siempre nos quedaba la radio para pedir ayuda, tras lo cual no teníamos otra cosa que hacer más que aguardar la llegada de la nave que acudiría a rescatamos.

Acabo de decir que la exploración lunar es una rutina carente de excitación, y no es cierto. Uno nunca se cansa de contemplar aquellas increíbles montañas, tan distintas de las suaves colinas de la Tierra. Al doblar un cabo o un promontorio, uno nunca sabía qué nuevos esplendores nos iban a ser revelados. Toda la parte meridional del Mare Crisium es un vasto delta donde, hace mucho tiempo, algunos ríos desembarcaban en el océano, quizás alimentados por las torrenciales lluvias que habían erosionado las montañas durante el corto período de la era volcánica, cuando la Luna era aún joven. Cada uno de aquellos antiguos valles era una tentación, un desafío a trepar hasta las desconocidas mesetas que había más allá. Pero teníamos aún un centenar y medio de kilómetros que cubrir, y todo lo que podíamos hacer era contemplar con envidia aquellas cimas que otros escalarían.

Abordo del tractor vivíamos según el tiempo terrestre, y a las 22 horas exactamente enviábamos el último mensaje por radio a la Base y terminábamos nuestro trabajo. Afuera, las rocas seguían ardiendo bajo un sol casi vertical; para nosotros era de noche hasta que nos despertábamos de nuevo, tras ocho horas de sueño. Entonces uno de nosotros preparaba el desayuno, se oía un gran zumbido de afeitadoras eléctricas, y alguien conectaba la radio que nos unía a la Tierra. Realmente, cuando el olor de las salchichas cociéndose comenzaba a llenar la cabina, a uno le resultaba difícil creer que no habíamos regresado a nuestro planeta: Todo era tan normal, tan familiar, excepto la disminución de nuestro peso y la lentitud con que caían todos los objetos.

Era mi turno de preparar el desayuno en el ángulo de la cabina principal que servía como cocina. Pese a los años transcurridos, recuerdo con extrema claridad aquel momento, porque la radio acababa de transmitir una de mis canciones preferidas, la vieja tonada gala David de las Rocas Blancas. Nuestro conductor estaba ya fuera, embutido en su traje espacial, inspeccionando los vehículos oruga. Mi asistente, Louis Garnett, en la cabina de control, escribía algo relativo al trabajo del día anterior en el diario de a bordo.

Como cualquier ama de casa terrestre mientras esperaba a que las salchichas se cocieran en la sartén dejé que mi mirada vagase sobre las montañosas paredes que cercaban el horizonte por la parte sur, prolongándose hasta perderse de vista por el este y por el oeste. Parecían no estar a más de tres kilómetros del tractor, pero sabía que la más próxima estaba a treinta kilómetros. En la Luna, por supuesto, las imágenes no pierden nitidez con la distancia, no hay ninguna atmósfera que atenúe, difumine o incluso transfigure los objetos lejanos, como ocurre en la Tierra.

Aquellas montañas se elevaban hasta tres mil metros, surgiendo abruptas de la llanura como si alguna erupción subterránea las hubiera hecho emerger a través de la corteza en fusión. No se podía ver la base ni siquiera de la más próxima, debido a la acusada curvatura de la superficie, ya que la Luna es un mundo muy pequeño y el horizonte no estaba a más de tres kilómetros del lugar donde yo me hallaba.

Levanté los ojos hacia los picos que ningún hombre había escalado nunca, aquellos picos que, antes del nacimiento de la vida sobre la Tierra, habían contemplado cómo se retiraba el océano, llevándose hacia su tumba la esperanza y las promesas de un mundo. El sol golpeaba los farallones con un resplandor que cegaba los ojos, mientras que, un poco más arriba, las estrellas brillaban fijas en un cielo más negro que la más oscura medianoche de invierno en la Tierra.

Iba a girarme, cuando mi mirada fue atraída por un destello metálico casi en la cima de uno de los grandes promontorios que avanzaba hacia el mar, cincuenta kilómetros al oeste. Era un punto de luz pequeñísimo carente de dimensiones, como si una estrella hubiera sido arrancada del cielo por alguno de aquellos crueles picos, e imaginé que una roca excepcionalmente lisa captaba la luz del sol y me la reflejaba directamente a los ojos. Era algo que sucedía a menudo. Cuando la Luna entra en el segundo cuarto, los observadores de la Tierra pueden ver a veces las grandes cadenas montañosas del Oceanus Procellarum, el Océano de las Tormentas, arder con una iridiscencia blancoazulada debida al reflejo del sol en sus laderas. Pero sentía la curiosidad de saber qué tipo de roca podía brillar allá arriba con tanta intensidad, de modo que subí a la torreta de observación y orienté nuestro telescopio hacia el oeste.

Lo que vi fue suficiente para despertar mi interés. Los picos montañosos, claros y nítidos en mi campo de visión, parecían no estar a más de ochocientos metros de distancia, pero el objeto que reflejaba la luz del sol era aún demasiado pequeño para poder ser identificado. Sin embargo, aunque no pudiera distinguirlo claramente, sí podía darme cuenta de que estaba provisto de una cierta simetría, y la base sobre la que se hallaba parecía extrañamente plana. Estuve observando durante un buen rato aquel brillante enigma, aguzando mi vista en el espacio, hasta que un olor a quemado proveniente de la cocina me informó que las salchichas del desayuno habían hecho un viaje de casi cuatrocientos mil kilómetros para nada.

Mientras avanzábamos a través del Mare Crisium, aquella mañana, con las montañas irguiéndose a occidente, discutimos sobre el caso, y continuamos discutiendo a través de la radio cuando salimos a realizar nuestras prospecciones. Mis compañeros sostenían que había sido probado sin la menor sombra de duda que jamás había existido ninguna forma de vida inteligente en la Luna. Las únicas cosas vivas que habían llegado a existir eran algunas plantas primitivas, y sus antecesoras, tan sólo un poco menos degeneradas. Esto lo sabía yo tan bien como todos, pero hay ocasiones en las que un científico no debe temer al ridículo.

-Escuchad -dije firmemente-, quiero subir hasta allí arriba, aunque sólo sea para tranquilizar mi conciencia. Esta montaña tiene menos de cuatro mil metros, lo que equivale a setecientos con gravedad terrestre, y puedo hacérmela en una veintena de horas. Siempre he deseado escalar una de esas colinas, y aquí tengo un buen pretexto para hacerlo.

-Si no te partes el cuello -dijo Garnett-, vas a ser el hazmerreír de la expedición cuando regresemos a la Base. De ahora en adelante, esta montaña se llamará seguramente la Locura de Wilson.

-No me partiré el cuello -dije con firmeza-. ¿Quién fue el primero que escaló Pico y Helicon?

-¿Pero no eras un poco más joven por aquel entonces? -preguntó suavemente Louis.

-Una razón de más para ir -dije muy dignamente.

Aquella noche nos acostamos pronto, tras conducir el tractor hasta unos quinientos metros del promontorio. Garnett vendría conmigo al día siguiente; era un buen escalador y había participado conmigo en otras expediciones semejantes. Nuestro conductor se sintió muy feliz de quedarse guardando el vehículo.

A primera vista, aquellas paredes parecían prácticamente inescalables, pero cualquiera que tuviera un poco de experiencia sabía que la escalada no presenta serias dificultades en un mundo donde el peso queda reducido a una sexta parte. El auténtico peligro del alpinismo lunar reside en el exceso de confianza: una caída desde cien metros en la Luna es tan mortal como una caída desde quince metros en la Tierra.

Hicimos nuestro primer alto en una cornisa a unos mil quinientos metros de la llanura. La escalada no había sido difícil, pero el esfuerzo al que no estaba acostumbrado había envarado mis miembros, y me sentía feliz de poder descansar un poco. Visto desde allí, el tractor parecía un minúsculo insecto metálico al pie de la pared. Por radio comunicamos nuestro avance al conductor antes de proseguir la escalada.

Dentro de nuestros trajes la temperatura era agradablemente fresca, puesto que el sistema de refrigeración anulaba los efectos del ardiente sol y eliminaba al exterior los desechos de nuestra transpiración. Hablábamos raramente, salvo que debiéramos intercambiar instrucciones o discutir acerca del mejor camino a seguir. No sabía lo que estaría pensando Garnett, seguramente que era la empresa más absurda en la que se había embarcado. Yo no podía dejar de darle la razón, al menos en parte, pero el placer de la escalada, la seguridad de que nunca ningún hombre había llegado antes hasta allí, y la exaltante visión del paisaje, eran para mí una recompensa suficiente.

No recuerdo haber experimentado ninguna excitación especial al hallarnos ante la pared rocosa que había examinado a través del telescopio el día antes, desde una distancia de cincuenta kilómetros. Se extendía hasta una veintena de metros por encima de nosotros y allá, en aquella explanada, se hallaba el objeto que me había atraído a través de toda aquella extensión desértica. Casi con toda seguridad no era más que un bloque de roca nacido en alguna época pasada a consecuencia del impacto de un meteorito, con los planos de estratificación pulidos y brillantes aún en la inmovilidad eterna e inmutable.

La roca no tenía apoyos, de modo que tuvimos que usar un garfio. Mis cansados brazos parecieron recuperar una nueva fuerza cuando lancé el ancla de tres puntas haciéndola girar sobre mi cabeza. La primera vez falló su presa, y cayó lentamente cuando tironeamos de ella para comprobar su solidez. Al tercer intento las púas se sujetaron sólidamente, y ni siquiera el peso combinado de nuestros dos cuerpos consiguió moverla.

Garnett me lanzó una ansiosa mirada. Hubiera podido decirle que deseaba subir yo primero, pero me limité a sonreír a través del cristal del casco y agité la cabeza. Luego, lentamente, sin prisas, inicié el último tramo de la ascensión.

Aún enfundado en el traje espacial, pesaba tan sólo veinte kilos, por lo que subí a pulso, sin enroscar la cuerda entre mis piernas ni ayudarme con los pies contra la pared. Cuando alcancé el borde me detuve un instante para saludar con la mano a mi compañero, luego di el último tirón, me icé de pie sobre la plataforma, y contemplé lo que había ante mí.

Hasta aquel momento estaba casi convencido de que no iba a descubrir nada extraño o insólito allí. Casi, pero no completamente, y era esa torturante duda la que me había empujado hasta allí. Bueno, la duda había sido disipada, pero la tortura apenas acababa de empezar.

Me encontraba en una explanada de unos treinta metros de profundidad. En alguna ocasión había sido lisa, demasiado lisa para ser natural, pero los impactos de los meteoritos habían mordido y cribado su superficie a través de incontables eones. Y había sido nivelada para poder sostener una estructura translúcida, burdamente piramidal, de dos veces la altura de un hombre, encajada en la roca como una gigantesca gema facetada.

Probablemente no experimenté ninguna sensación durante los primeros segundos. Luego, inexplicablemente, sentí una extraña alegría. Porque yo amaba la Luna, y ahora sabía que el musgo que trepaba en Aristarco y Eratóstenes no era la única forma de vida que había producido cuando era joven. Los antiguos y desacreditados sueños de los primeros exploradores eran ciertos. Después de todo había existido una civilización lunar, y yo había sido el primero en descubrirla. El hecho de haber llegado con un millón de años de retraso no me preocupaba; tenía bastante con haber llegado.

Mi cerebro comenzaba a funcionar de nuevo normalmente, analizando, planteando preguntas. ¿Qué era aquella construcción? ¿Un santuario... o alguna otra cosa que en mi lengua no tenía nombre? Si era una construcción habitable, ¿por qué la habían edificado en aquel lugar casi inaccesible? Me pregunté si se trataría de un templo, e imaginé ver a los adeptos de alguna extraña región invocando a sus divinidades para que les salvaran la vida mientras la Luna declinaba con la muerte de sus océanos.

Avancé unos pasos para examinar más de cerca el objeto, pero la cautela me impidió acercarme demasiado. Entendía un poco de arqueología, e intenté establecer el nivel de la civilización que había aplanado aquella montaña y erigido aquellas superficies resplandecientes que me cegaban aún.

Pensé que los egipcios hubieran estado en condiciones de erigir una construcción como aquélla, siempre que sus operarios dispusieran del extraño material que aquellos arquitectos aún más antiguos habían utilizado. Debido a que el objeto era relativamente pequeño, no se me ocurrió pensar que probablemente estaba examinando el producto de una raza más avanzada que la nuestra. La idea de que en la Luna hubieran existido seres inteligentes era ya bastante difícil de asimilar, y mi orgullo se negaba a dar el último y más humillante paso.

Y luego observé algo que hizo que los cabellos se me erizaran en la nuca, algo tan trivial e inocuo que quizá cualquier otro nunca lo hubiera visto. Ya he dicho que la explanada había sido torturada por la caída de los meteoritos, de tal modo que estaba recubierta de una espesa capa de polvo cósmico, ese polvo que se extiende como un manto por la superficie de todos los mundos en los que no existen vientos que puedan turbarlo. Sin embargo, tanto el polvo como las señales dejadas por los meteoritos terminaban bruscamente en el borde de un amplio círculo en el centro del cual se hallaba la pirámide, como si un muro invisible la protegiera de las inclemencias del tiempo y del lento pero incesante bombardeo del espacio.

Sentí que alguien estaba gritando en mis auriculares, y finalmente me di cuenta de que Garnett me estaba llamando desde hacía rato. Avancé con paso vacilante hacia el borde de la explanada y le hice señas de que subiera, porque no me sentía muy seguro de ser capaz de hablar. Luego me giré de nuevo hacia el círculo en el polvo. Me incliné y tomé un fragmento de roca, y lo lancé, sin excesiva fuerza, hacia el brillante enigma. Si la piedra hubiera desaparecido al chocar contra aquella invisible barrera no me hubiera sorprendido, pero se limitó a caer al suelo, como si hubiera chocado contra una superficie curva.

Ahora sabía que el objeto que tenía ante mí no podía ser comparado con ninguna obra de mis antepasados. No era una construcción sino una máquina, que se protegía a sí misma a través de unas fuerzas que habían desafiado la eternidad. Aquellas fuerzas, cualesquiera que fuesen, seguían funcionando aún, y quizás yo me había acercado demasiado a ellas. Pensé en todas las radiaciones que el hombre había capturado y dominado en el transcurso del último siglo. Por lo que sabía, podía hallarme incluso condenado para siempre, como si hubiera penetrado en la atmósfera silenciosa y letal de una pila atómica no aislada.

Recuerdo que me giré hacia Garnett, que se había reunido conmigo y permanecía inmóvil a mi lado. Me pareció tan absorto que no quise molestarle, y me dirigí hacia el borde de la explanada esforzándome en ordenar de nuevo mis pensamientos. Allí, delante de mí, se extendía el Mare Crisium, extraño y fascinante para casi toda la humanidad, pero conocido y tranquilizador para mí. Levanté la mirada hacia la hoz de la Tierra que yacía en su cuna de estrellas, y me pregunté qué habían ocultado sus nubes cuando aquellos desconocidos constructores habían terminado su trabajo. ¿Era la humeante jungla del Carbonífero, la desierta orilla de los océanos sobre la que reptaban los primeros anfibios para conquistar la tierra firme..., o un período más anterior aún, el periodo de la soledad, antes de que la vida iniciara su desarrollo?

No me pregunten por qué no intuí antes la verdad, que ahora parece tan obvia. En la excitación del descubrimiento, me había convencido a mí mismo de que la aparición cristalina debía de haber sido construida por una raza que había vivido en el remoto pasado lunar, pero de pronto, con una terrible fuerza, me traspasó la certeza de que aquella raza era tan extranjera a la Luna como lo era yo.

En el transcurso de veinte años de exploraciones no habíamos hallado ningún otro rastro de vida a excepción de algunas plantas degeneradas. Ninguna civilización lunar, aún moribunda, podía dejar tan sólo una única prueba de su existencia.

Volví a mirar la resplandeciente pirámide, y me pareció más extraña que nunca a cualquier cosa perteneciente a la Luna. Y entonces, de golpe fue sacudido por un estallido de risa histérica, provocado por la excitación y por la excesiva fatiga. Porque me había parecido que la pirámide me dirigía la palabra y me decía: “Lo siento, pero yo tampoco soy de aquí”.

Hemos necesitado veinte años para conseguir romper aquel invisible escudo y alcanzar la máquina encerrada en aquellas paredes de cristal. Lo que no hemos podido comprender lo hemos destruido finalmente con la salvaje potencia de la energía atómica, y he podido ver los fragmentos de aquel hermoso y brillante objeto que descubriera allí, en la cima de la montaña.

No significaban absolutamente nada. Los mecanismos de la pirámide, suponiendo que lo sean, son fruto de una tecnología que se halla mucho más allá de nuestro horizonte, quizás una tecnología de fuerzas parafísicas.

El misterio continúa atormentándonos cada vez más, ahora que hemos alcanzado otros planetas y sabemos que sólo la Tierra ha sido cuna de vida inteligente en nuestro Sistema. Una civilización antiquísima y desconocida perteneciente a nuestro mundo no podría haberla construido, ya que el espesor del polvo meteórico en la explanada nos ha permitido calcular su edad. Aquel polvo comenzó a posarse antes de que la vida hiciera su aparición en la Tierra.

Cuando nuestro mundo alcanzó la mitad de su edad actual, algo que venía de las estrellas pasó a través del Sistema Solar, dejó aquella huella de su paso, y prosiguió su camino. Hasta que nosotros la destruimos, aquella máquina cumplió su cometido. Y empiezo a intuir cuál era.

Alrededor de cien mil millones de estrellas giran en el círculo de la Vía Láctea, y, hace mucho tiempo, otras razas de los mundos pertenecientes a otros soles deben de haber alcanzado y superado el estadio en el que ahora nos hallamos nosotros. Piensen en una tal civilización, muy lejana en el tiempo, cuando la Creación era aún tibia, dueña de un universo tan joven que la vida había surgido tan sólo en una infinitésima parte de mundos. La soledad de aquel mundo es algo imposible de imaginar, la soledad de los dioses que miran a través del infinito y no hallan a nadie con quien compartir sus pensamientos.

Deben de haber explorado las galaxias como nosotros exploramos los mundos. Por todos lados había mundos, pero estaban vacíos, o a lo sumo poblados de cosas que se arrastraban y eran incapaces de pensar. Así debía de ser nuestra Tierra, con el humo de los volcanes ofuscando aún el cielo, cuando la primera nave de los pueblos del alba surgió de los abismos más allá de Plutón. Rebasó los planetas exteriores apresados por el hielo, sabiendo que la vida no podía formar parte de sus destinos. Alcanzó y se detuvo en los planetas interiores, que se calentaban al fuego del Sol, esperando a que comenzara su historia.

Aquellos exploradores deben de haber observado la Tierra, sobrevolando la estrecha franja entre los hielos y el fuego, llegando a la conclusión de que aquél debía de ser el hijo predilecto del Sol. Allí, en un remoto futuro, surgiría la inteligencia; pero ante ellos quedaban aún innumerables estrellas, y nunca regresarían por aquel mismo camino.

Así pues, dejaron un centinela, uno de los millones que deben de existir esparcidos por todo el universo, vigilando los mundos en los cuales vibra la promesa de la vida. Era un faro que, a través de todas las edades, señalaba pacientemente que aún nadie lo había descubierto.

Quizás ahora comprendan por qué la pirámide de cristal fue instalada en la Luna y no en la Tierra. A sus creadores no les importaban las razas que luchaban aún por salir del salvajismo. Nuestra civilización les podía interesar tan sólo si dábamos prueba de nuestra capacidad de supervivencia, lanzándonos al espacio y escapando así de la Tierra, nuestra cuna. Este es el desafío que, antes o después, se plantea a todas las razas inteligentes. Es un desafío doble, porque depende de la conquista de la energía atómica y de la decisiva elección entre la vida y la muerte.

Una vez superado este punto crítico, era tan sólo cuestión de tiempo que descubriéramos la pirámide, y la forzásemos para ver lo que había dentro. Ahora ya no emite ninguna señal, y aquellos encargados de su escucha deben de haber vuelto su atención hacia la Tierra. Quizás acudan a ayudar a nuestra civilización, aún en su infancia. Pero deben de ser viejos, muy viejos, y a menudo los viejos son morbosamente celosos de los jóvenes.

Ahora ya no puedo mirar la Vía Láctea sin preguntarme de cuál de esas nebulosas estelares están acudiendo los emisarios. Si me permiten hacer una comparación bastante vulgar, hemos tirado del aparato de alarma, y ahora no podemos hacer otra cosa más que esperar.

No creo que tengamos que esperar mucho.

02 enero 2007

* Atención a la mano...

Es increible como en este pais aún hay gente que,a la mínima,salta sin pensárselo dos veces,manipulando temas tan escabrosos como el de las víctimas del terrorismo.Y todo por un puñado de votos.

Es asombroso como se mezclan y tergiversan las cosas en función de los intereses particulares y como aparece la chusma entremezclada junto a los que,legitimamente,puedan llegar a clamar justicia o a expresar alguna reivindicación.

Seguimos siendo el mismo populacho listillo y picaresco que aparecía en el Buscón de Quevedo o en el Lazarillo de Tormes,es indudable....

En cuanto a mi opinión,me da que lo que ha pasado en el terminal 4 de Barajas y al fin de la tregua terrorista es bien simple.....El Gobierno no ha tragado con las exigencias de los criminales y la cuerda se ha roto.Había que intentar (Todos los gobiernos lo han hecho,no jodamos) el pacto y éste,desgraciadamente,no ha acabado bien.


Lástima.

* Despidiendo el año:Sant Silvestre 2006.


Como ya va siendo tradicional despedimos el año de una manera diferente que hace que la noche de verbena se disfrute de otra forma.Cuando se acaba una cursa normalmente se tienen ganas de hidratarse bien,comer algo que aporte calorias al cuerpo para recuperar y pillar cuanto antes una posición horizontal para disfrutar de ese runrún que te hace el body después de diez kilometritos trotando.

Pero esta vez es diferente.Acabas la carrera,contento de haber completado un nuevo reto y haber hecho algo que te realiza de verdad (Además en esta ocasion bajando marca,54´44") ,y te preparas para,en compañía de la mejor gente posible,pasar el tránsito del 2006 que acaba hacia el 2007 que se presenta en todo su esplendor.

El recorrido de esta edición estaba modificado,lo que hacia que se iniciase un poco más hacia el norte,enfrente del pabellón de la Mar Bella para pasar una de las zonas más desagradables de rodar por culpa de la pendiente en las primeras fases de la carrera.Esa modificación permite que la Diagonal (Con suave pendiente de bajada) se encare hacia el tercer cuarto de la cursa de una forma más fresca para el corredor,que ya huele la meta.

La verdad es que me encontré bien en todo momento,lo que se tradujo en arañar cuatro minutos al crono,lo cual no está nada mal.Vamos recuperando nivel,bien,bien.El resto de coleguitas que corrían (Alex,Vico y Jesús) también bajaron sus marcas,asi que la jornada atlética fue completa.

Y después la fiesta?.....Je,je,eso forma parte de otra historia.:-)

Fight !!!

Seguramente perderás la batalla, tarde o temprano pasará, pero en una vida finita lo importante no es ganar una batalla que tienes perdida...