Vuelve el maestro.Vuelve el gran Clint Eastwood para regalarnos una nueva obra maestra del cine en forma de una historia conmovedora de amistad,comprensión y sacrificio,salpicada por la siempre cruda realidad que tan bien sabe mostrar el actor/director,de ya setenta y ocho años de edad.Walt Kowalski es un veterano de la guerra de Corea que acaba de perder a su mujer,último vínculo con su anterior vida,decadente en sus últimos momentos.El barrio donde vive Walt está en manos de la pujante inmigración que lo hace irreconocible a ojos del veterano,que se niega a convivir con la nueva realidad del entorno.
Pero,ya se sabe,los prejuicios no son del todo buenos,y poco a poco Walt va cambiando de opinión,al darse cuenta de que,en el fondo,el color de la piel o las costumbres de la gente no han de ser obstáculo para que las relaciones entre personas sean cordiales y del todo normales.Aunque en las formas podemos ser muy diferentes,en el fondo solamente somos seres humanos,sin más.
El intento de robo de su formidable Ford Gran Torino es el detonante para que el desenlace de la historia se precipite,y hasta aquí puedo leer...
Una película muy recomendable de uno de los grandes del séptimo arte.
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