14 mayo 2008

* Mensaje en una botella....

"El mensaje intenta comunicar con los locales, ma­nifestar época y algo sobre la naturaleza de los cons­tructores de la nave espacial. Está escrito en el úni­co lenguaje que compartimos con los destinatarios: la ciencia. En la parte superior izquierda aparece una representación esquemática de la transición entre gi­ros de electrones de protones paralelos y antiparale­los del átomo de hidrógeno neutro. Bajo esta repre­sentación está el número binario 1. Tales transicio­nes de hidrógeno están acompañadas por la emisión de un fotón en radiofrecuencia de una longitud de onda de aproximadamente 21 cm y una frecuencia de unos 1.420 megahertz. Así, hay una distancia característica y un tiempo característico asociados a la transición. Puesto que el hidrógeno es el áto­mo más abundante en la Galaxia, y como la física es igual en toda la Galaxia, creemos que una civiliza­ción avanzada no tendrá dificultad alguna en com­prender esta parte del mensaje. Pero, como compro­bación, en el margen derecho aparece el número bi­nario 8 (1---) entre dos marcas, indicando la al­tura de la nave espacial Pioneer 10, representada tras el hombre y la mujer. Una civilización que reciba la placa sin duda también recibirá la nave espacial, y podrá determinar que la distancia indicada es eviden­temente cercana a ocho veces 21 cm, confirmando así que el símbolo de la parte superior izquierda re­presenta la transición del hidrógeno.

Figuran más números binarios en el dibujo radial que abarca la parte principal del diagrama en el centro izquierda. Estos números, si estuvieran escri­tos en el sistema decimal, estarían formados por diez dígitos. Deben representar distancias o tiempos. Si son distancias, entonces serán de un orden varias veces 1011 cm, o unas cuantas docenas de veces la distancia que hay entre la Tierra y la Luna. Es muy probable que nosotros les considerásemos útiles para la comunicación. A causa del movimiento de los ob­jetos dentro del Sistema Solar, tales distancias va­rían de manera continua y compleja.

Sin embargo, los correspondientes tiempos están en el orden de 1/10 segundos a 1 segundo. Éstos son los períodos característicos de los pulsares, fuentes naturales y regulares de emisión radiocósmica; los pulsares son estrellas neutrónicas que giran rápida­mente, producidas en catastróficas explosiones estela­res (véase el capítulo 38). Creemos que una civili­zación científicamente sofisticada no tendrá dificultad alguna en comprender el dibujo radial, así como las posiciones y períodos de 14 pulsares con respecto al Sistema Solar de lanzamiento.

Pero los pulsares son relojes cósmicos que se gastan, por así decirlo, bajo índices bien conocidos. Los que reciban el mensaje deberán preguntarse a sí mismos no sólo dónde fue siempre posible ver 14 pulsares dispuestos en posición tan relativa, sino también cuándo fue posible verlos. Las respuestas son: únicamente desde un volumen muy pequeño de la Vía Láctea y en un solo año en toda la historia de la Galaxia. Dentro de los límites de ese pequeño volumen hay, quizá, mil estrellas; solamente una de ellas ha de tener el orden, de planetas con distancias relativas tal y como se indica en el fondo del diafrag­ma. Asimismo se muestran los tamaños aproxima­dos de los planetas y los anillos de Saturno; por su­puesto, de forma esquemática. Por otra parte, en el diafragma se muestra una representación esquemáti­ca de la trayectoria inicial de la nave espacial lan­zada desde la Tierra, como también su paso junto a Júpiter. Así, el mensaje especifica una estrella en aproximadamente doscientos cincuenta mil millones, y un año (1970) en aproximadamente diez mil millo­nes de años.

Hasta este punto, el contenido del mensaje debe ser suficientemente claro para una civilización extraterrestre avanzada, que sin duda tendrá que exa­minar también a todo el Pioneer 10. Probablemente, el mensaje es mucho menos claro para el hombre de la calle, si esta calle se halla en la Tierra. (Sin em­bargo, las comunidades científicas de la Tierra no han experimentado ninguna dificultad para descifrar el mensaje.) Podemos asegurar que el caso se pre­senta al revés en cuanto se refiere a las represen­taciones de los seres humanos que aparecen en la derecha. Los seres extraterrestres, que son el produc­to de cinco mil millones de años o más de evolución biológica independiente, puede que no se parezcan en absoluto a los humanos, ni tampoco sea igual todo cuanto se refiera a las convenciones sobre pers­pectivas y dibujo que existen aquí. En consecuencia, es muy probable que la parte más misteriosa del mensaje la constituyan los seres humanos."

Se trata de la descripción de la placa que va adosada a la nave Pioneer 10,la cual viaja en estos momentos hacia un punto situado cerca del límite entre las constelaciones de Tauro y Orion,y que está destinada a contactar con una hipotética civilización extraterrestre.Su creador,Carl Sagan.

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Seguramente perderás la batalla, tarde o temprano pasará, pero en una vida finita lo importante no es ganar una batalla que tienes perdida...